domingo, 11 de mayo de 2008

El fin de viaje

Retornando de la ciudad de San Luis, compré el pasaje 5 minutos antes que partiera el micro, y una vez en camino, en la butaca 9 , noto que saltaba demasiado, que no tenía estabilidad, y que la velocidad que llevaba no era alta, a ese ritmo los 790 kilómetros para llegar a Buenos Aires se harían interminables!

Llegamos a Villa Mercedes, donde subió más gente, y al volver a la ruta, un piquete del campo nos hizo detener un rato.




Al retomar la marcha, la inestabilidad del omnibus se notaba cada vez más, con lo cual se haría difícil poder descansar un poco.
Al llegar a Vicuña Maquena, Córdoba, los choferes al revisar la parte trasera, descubren que había un fuelle pinchado, (no tengo la menor idea de que se trataba) y que así no podríamos seguir.
Eran las 21:30, apenas habíamos partido a las 18 hs de San Luis, y el próximo llegaría a las 23!

Esta es la terminal de ómnibus de Vicuña Maquena.

Finalmente llegó a las 23:30, el micro con el que terminaríamos el recorrido, parecía más moderno, pero tenía los pasajeros, por lo tanto había que ubicarse donde quedara lugar. El lugar libre era el mismo asiento en el que venía, y por desgracia, ya que tenía el dispositivo para reclinar el asiento estaba roto, y tuve que viajar los kilómetros que quedaban casi sentado a 90 grados!
Por supuesto lo poco que pude descansar, fue con el cogote colgado, con lo que me despertaba la misma incomodidad, y las discusiones que se armaban en cada parada que hacía, donde los pasajeros que querían viajar reclamaban sus asientos ocupados. Habían juntado dos servicios.
El viaje interminable.
Ya sobre el autopista 25 de Mayo, totalmente desvelado, el sol nos recibió así en Buenos Aires.

No hay comentarios: